Interesting?..Translate!!

21/9/12

Esencia del Amor en Inteligencia Emocional

Hoy solo voy a poner una reseña de Virginia Satir con respecto a este tema. Más adelante hablaré de aspectos que se podrían mejorar en las relaciones de pareja, pero hoy, hoy os dejo con estas preciosas palabras:






Quiero amarte sin absorberte,
valorarte sin juzgarte,
unirme a ti sin esclavizarte,
invitarte sin exigirte,
dejarte sin sentirme culpable,
criticarte sin herirte
y si puedes hacer lo mismo por mí,
entonces, nos habremos conocido verdaderamente
y podremos ayudarnos mutuamente.



Os pongo un enlace al libro de Virginia Satir "En contacto íntimo" que podéis leer on-line.

Acceso al libro en google libros

Un abrazo a tod@s!!!

19/9/12

Justicaciones VS Explicaciones




Hoy voy a tratar un tema bastante controvertido y complicado. Espero afrontarlo bien y expresarlo de la mejor manera posible porque, tal y como explicaré, hay una muy delgada línea entre justificarse y dar explicaciones.Se de lo que hablo porque he pasado por eso, no lo he estudiado en un tratado pero si he sido capaz de determinar el desgaste emocional que produce a uno mismo, aparte de terminar concluyendo que a veces ni te aporta nada y  segúramente has perdido el tiempo. 

Muchas veces te has preguntado, tras dar explicaciones a alguien, por qué has tenido que dar tantas, por qué has tenido que hablar en exceso y además ante alguien que te ha dado la sensación que ni te estaba ni escuchando ni le importaba tal explicación: eso significa que no estabas dando explicaciones, te estabas justificando.La sensación que te queda a ti es la determinante de cómo te sientes.

Muy importante saber identificar la emoción de la razón.

Damos explicaciones todos los días: porque nos retrasamos, para explicar mejor un informe, para dar nuestro punto de vista sobre algo...la necesidad de dar explicaciones es innata en el ser humano. Es bueno que los demás entiendan nuestro mensaje, que lo reciban correctamente. De esa manera lo que decimos, lo que queremos expresar llega con total claridad a nuestro interlocutor. En las explicaciones no entran emociones, solo defines hechos: "el tráfico estaba fatal" "podrás ver mejor el desarrollo en la página 15 porque aquí, quizás está muy sintetizado.." "No asistí a tu cumpleaños porque tenía otro compromiso..." "He dejado el trabajo porque no me compensaba..." "disculpe, no la había visto señora..."

Estos ejemplos son explicaciones que se dan a cualquier tipo de interlocutor, según la circunstancia, pero no entran emociones o las emociones son mínimas.

La forma en que nos expresamos para dar esas explicaciones, lo que esperamos como respuesta a las mismas, lo explicaré más adelante hablando de la asertividad, una habilidad social muy importante, englobada en la inteligencia emocional y, por supuesto, necesaria en todos los aspectos de la vida, no solo en el profesional.

Las explicaciones a nuestros seres queridos tienen otro tono más intimo, sí que tienen implícito emociones, porque nos importa que nuestro interlocutor, sea nuestra pareja, hijos, familia....amistades..comprendan lo que queremos decir y, en algunos casos, nos importa si han recibido o no bien el mensaje que queríamos expresar.

También hablaré del feedback, totalmente necesario para cuando quieres saber si tu mensaje ha llegado como querías que llegue, si te han entendido tal y como te has expresado y, además tener la capacidad de corregir tu forma de expresarte si ves que, aún explicándote, no se te entiende debidamente.

Hasta aquí, no se si ya has llegado a determinar la diferencia entre DAR EXPLICACIONES y JUSTIFICARTE, pero ahora voy a hablar de la segunda cuestión para que veas mejor la diferencia.

Cuando nos justificamos, bajo mi humilde conclusión, es porque estamos a la defensiva. Necesitamos poner las cosas en su sitio a toda costa y utilizamos de manera emocional todas las explicaciones necesarias ante todas las personas que nos encontremos. Necesitamos a toda costa la aprobación ajena y por eso ejercemos la actitud de justificarnos. Por lo tanto, no es lo mismo dar explicaciones que justificarnos.

La justificación no es más que una respuesta humana (e innecesaria muchas veces) ante un "ataque" externo hacia tu persona que lo hacemos "interno" o sea, que tomamos el tema por lo personal y es cuando empieza el problema y desemboca en las justificaciones. En la mayoría de las ocasiones, se transforman en excusas...y no hay nada peor que caer en eso..¿Por qué?...porque en el momento en que estés a la defensiva, no estás controlando tus emociones y no controlas la situación, por lo que seguramente no salgas bien parado de ella.

Te voy a poner varios ejemplos.

En el ámbito laboral/profesional: Tu jefe te llama a su despacho para recriminarte que has bajado tu productividad (o sea, que no estás rindiendo lo suficiente, que le parece insuficiente tu trabajo. Observa que digo: "recriminarte" eso quiere decir que te lo dice en un tono que no es una sugerencia o una llamada de atención: es una crítica, te está recriminando). En ese momento, ese segundo en que contestas, pueden pasar dos cosas:

Correcto: Te quedas en silencio tres segundos (incluso menos, lo suficiente para recuperar o mantener la calma) y contestas que vas a estudiar el por qué de su percepción y que vas a tomar medidas correctoras al respecto. Ambas cosas las piensas de verdad: tienes que saber el por qué de sus palabras, en qué te has equivocado, qué circunstancias han confluido para que piense así. Debes tener la capacidad de evaluar y rectificar lo que creas está incorrecto.
Te has explicado pero no te has justificado. Tras auto-evaluarte ya determinarás si le das explicaciones a tu jefe con respecto a tu actitud junto con tus medidas para corregir esa situación. También pensarás en el por qué de su actitud pero eso no debe cegarte.
Si la percepción de tu jefe te parece incorrecta, también has actuado bien. Pensando con tranquilidad podrás determinar qué hacer al respecto.
Quien calla no siempre otorga.....quizás símplemente no necesite justificarse o determine dar explicaciones en el momento oportuno.

Incorrecto: No has respirado, no te has tomado los tres segundos y empiezas a justificarte ante tu jefe con todo lo que te viene a la cabeza. Creo que no hace falta que te diga cómo te sientes después y tampoco hace falta que te diga lo que piensa tu jefe de ti tras contestarle con tus justificaciones.

Otro ejemplo práctico sería que un compañero de trabajo nos dijera, por ejemplo, una descalificación como "eres un vago" "eres un enchufado"....analicemos la situación:

Ya el solo hecho de que esa persona te esté descalificando, dice un montón de cosas de la misma (ver mi post sobre la necesidad de criticar, de etiquetar...). Debemos evitar caer en lo que esa persona supuestamente espera con tal descalificativo: buscarnos y encontrarnos...¿y como? obviando el contra-insulto o violencia verbal (que eso aquí no cabe porque es ponerse al mismo nivel que quien ataca y seguro que tu no eres de esos...porque estás leyendo esto.....
Ante dicho "ataque" no cabe ni la explicación ni, por supuesto la justificación. La mejor respuesta es el silencio, es la menos traumática. Al principio de practicar esta técnica puedes sentir impotencia...eso es orgullo porque has dejado que te hagan daño...recuerda que nadie te hace daño si tu no quieres....
A la larga observarás que te sientes mejor contigo mismo sin confrontarte con los demás por tonterías...a fin de cuentas LA ÚNICA OPINIÓN QUE TE DEBE AFECTAR ES LA QUE TIENES DE TI MISMO.

En el ámbito personal es más complicado porque las emociones son más difíciles de controlar.
Partiendo de la base que alguien que te quiere y te acepta como eres no tiene por qué emitir un juicio de valor sobre ti, no deberías caer en las justificaciones.
El problema es cuando alguien que te importa mucho no tiene ese sentimiento recíproco hacia ti. He escrito algo sobre este tema en mi post Demasiados castigadores.


Gracias por leerme, hoy he sido un poco más extensa y agradezco tu atención.

Y ahora, voy a poner unas frases célebres que hablan sobre este tema, pues siempre unas pocas palabras sintetizan todo un mundo de sabiduría:


 
“El perro no ladra por valiente, sino por miedoso”. PROVERBIO CHINO.

“Estar despierto es no dejarse afectar por nada, ni por nadie. Y eso es ser libre.” ANTHONY de MELLO.

“Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En este espacio descansa nuestra capacidad de elegir la respuesta. Y, en esa respuestas, se asienta nuestra libertad y nuestro crecimiento.” VIKTOR FRANKL.

“Nunca estés pendiente de la opinión de fuera, pero siempre regístrala con claridad.” JORGE BUCAY.

“Nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.” VIKTOR FRANKL.

“La alabanza de los demás te engañará. La crítica te confundirá aún más. Dale poco valor a ambas.” ANÓNIMO.



17/9/12

Fotomensaje con claves de Inteligencia Emocional






Uno de los mejores fotomensajes que he encontrado, aunque en donde lo he visto no se referían a la inteligencia emocional. Lo dice bien claro...¿quieres añadir algo?

Estas cuatro claves son básicas para sobrevivir en un mundo dispar y también un principio para enriquecerse interiormente.

Empieza por ti mismo, es la clave de todo.

Estoy abierta a comentarios y/o preguntas....

16/9/12

Para ti...caminante....

Para ti, que estuviste a mi lado cuando no era la persona que soy ahora. 
Para ti, que sufriste, al igual que yo, las consecuencias de nuestro pasado.

Supiste ver lo bueno en mi cuando ni yo misma lo veía. Te "tragaste" mis inseguridades, mis miedos, mis desprecios y mis cambios de humor. 
Intenté ayudarte cuando los demonios también llegaron a tu vida, de repente y sin avisar.

No tenía que haber sido así, pero, al mismo tiempo que yo me di cuenta e intenté salir a flote, tu te refugiaste en intentar olvidar lo que eras por un camino fácil que terminó en un bosque lleno de arenas movedizas. Por suerte, la providencia te tendió la mano muy fuerte para sacarte, pero era necesario tu fuerza para salir de aquella trampa donde se acumulaban muchas, muchas circunstancias adversas, muchos problemas....toda una vida. Toda una vida en forma de arena pesada, pegajosa...que te empujaba muy fuerte hasta el fondo. 
Encontraste el camino para salir del bosque de las arenas movedizas pero ahora toca elegir el camino hacia tu propio destino. Siempre hay que seguir andando...

Ahora lo veo claro, si yo puedo estar orgullosa de mi, tu eras una persona con un potencial increíble pero, desde que naciste, gran parte del mundo se propuso ponerte en el sitio donde acabaste a base de menosprecios y desconsideraciones. Entre toda esa gente, estabas tu mismo....tus demonios. Tu tenías la llave y también el candado.

Demasiado bueno para encajar, demasiado bueno para este mundo tan extraño... y te encontraste conmigo, enseñándote entonces un mundo de reglas donde estaba lo que se debía hacer, lo que debías pensar y el camino que tenías que tomar. Siempre así. Pero pocas veces te pregunté si querías esa vida, si querías hacer con tu vida lo que hacías y si querías seguir el mismo camino que yo. Di por sentado, viendo tu actitud cómoda hacia mis decisiones, que eras feliz y creo que así fue durante un tiempo, hasta que el destino nos empezó a poner piedras muy gordas en el camino y la mochila cada vez pesaba más.

Ese camino, era un camino incorrecto, un camino distorsionado, un camino que terminó por romper los cimientos de nuestra unión.

Una persona como tu, que has dado siempre el margen de la duda, que no has criticado a nadie, que no te has metido en la vida de nadie, una persona buena..., ahora lo veo, pero había un resquicio, una grieta...y era que necesitabas adaptarte y necesitabas la aprobación de los demás. Como no pudo ser, como las cosas no salían como querías, empezaron tus problemas porque todo estaba en tu contra. Igualmente me pasó a mi, por eso lo se.

No existe una receta para la felicidad pero creo que la clave está en un camino donde el caminante se sienta cómodo. Caminar es ya de por si un esfuerzo, el mucho caminar te hace fuerte para los baches. El caminar acompañado también está bien pero el camino de nuestra vida es de uno mismo, aunque espero que gran parte del camino lo caminemos de la mano.

Ahora, estoy caminando con paso firme, pero reconozco que anhelo que alguna vez nos encontremos para andar juntos por la senda de la vida todos los años que sean precisos. Tu decaiste, caminante, pero el camino sigue y el traspiés quedó atras, quiero que lo sepas.










14/9/12

Demasiados castigadores...

Todos lo hemos sido alguna vez, yo la primera. Pero un buen día miré hacia dentro  y aprendí que no se debe hacer, que no es bueno.

Humildemente pienso que quien deja de castigar ha alcanzado la madurez mental. 

No me refiero al castigo a los hijos, no. Me refiero al castigo que las personas adultas hacen a otras personas adultas. Es demasiado frecuente, es preocupante, es triste. Castigar (porque se puede) es lamentable. Intentar castigar a otros (y no conseguirlo) es lamentable y triste.

Yo le llamo así, castigo, al conjunto de actos realizados a otra persona con la que tienes un vínculo emocional con el fin de que aprenda una lección o con el fin de hacerle daño. Este último fin es mucho más lamentable y el primero, demasiado pretensioso y poco educativo, muy arriesgado y con falta de inteligencia.

Los adultos de a pie, los que trabajamos, los que estamos en paro, los que nos movemos, las personas que cada día tenemos que hacer cosas...ninguno merece ser castigado por otra persona. Hay otros caminos más adultos, siempre hay alternativas....pero cuestan!!! cuesta escuchar, cuesta entender, cuesta empatizar y cuesta, y mucho, ejercer el autocontrol, no el control a los demás.


Castigar con el ya viejo y cansino truco de los celos. Entre los adolescentes, muy común...pero ya no somos así. Si quieres hacer daño a tu pareja (fíjate en la frase: hacer daño...es que no la voy a terminar...) es que no se debe hacer daño, hay que hablar las cosas y, si no se llega a un entendimiento, terminar para no entrar en una dinámica de destrucción en la que entren los tan temidos "castigos"

La persona que castiga a otra, bajo mi entender, evidencia una falta de seguridad y estabilidad y puede ser síntoma de traumas y problemas que necesitan de mucho cariñó y comprensión, además de paciencia y, en última instancia, de un profesional de los buenos.

Recientemente he perdido una amistad, aunque yo más bien dudaría, ahora, ya pasado un par de meses, que fuera una amistad. Una persona que se volcó en mi y yo me volqué en ella. Un buen día, esa persona dejó de hablarme. Intenté hablar con ella, le envié mil mensajes, me presenté en su casa, la llamé por teléfono pero jamás contestó. Un par de días después de llorar todas las lágrimas del mundo le envié un último mensaje diciéndole que había pensado más tranquílamente y había concluido que, cuando esa persona quisiera, habláramos pero que no le iba a insistir más porque esto era una chiquillería, que ya eramos adultas.

Una semana después, todo nuestro círculo de amistades sabía lo que había pasado menos yo. Por medio de alguien de total confianza me enteré que tenía un motivo para estar enfadada conmigo (y ese motivo lo respeto, aunque lo ha distorsionado de tal manera que parezco una persona horrible) pero aquí, el caso, es que esa persona que ya no es mi amiga ni es nada, un día, sabiendo que a mi me gusta hablar las cosas, razonar, que yo no me meto con nadie, ni critico ni juzgo, decidió castigarme con lo que más me dolía, que era creer que tenía poder sobre mi para hacerme sentir mal con su silencio, con sus palabras hacia los demás, creyendo que me iba a importar lo que los demás juzgaran sobre mi.

A fecha de hoy han caído dos amigas más a causa del castigo de la primera, pero no se lo tengo en cuenta porque tampoco han hablado conmigo, han creído suficiente la opinión de la ex-amiga y eso les ha valido porque han decidido que su opinión es más importante que la mía, que, por cierto, ni la tienen. Yo no he hablado con nadie del tema ni de la primera ni de las dos siguientes.

Y yo, lejos de sentirme castigada, identifico que es un castigo, y lo que tengo dentro de mi es pena por las personas que todavía, a edad adulta, tienen la actitud castigadora. 

Lo siento, yo pienso así, quien castiga es una persona que evidencia una gran inseguridad. Quien critica a la espalda está evidenciando sus propias inseguridades, revertiéndolas en los demás.

Menos mal que mi opinión sobre mi misma (autocrítica pero indulgente y además segura de mí) me ha llevado a reafirmarme que no tengo que tener cerca a personas que castiguen a las demás, o que seleccionen según les convenga o que sus problemas sean más importantes que los del resto. No, porque yo podría decir muchas cosas sobre ellas y no siento esa necesidad......¿observas la diferencia? pues me ha costado y mucho, pero me siento de puta madre.

Castigar es intentar realizar una manipulación sobre la actitud de otra persona. Malo, malo.....





11/9/12

Nociones “básicas” para identificar a una persona emocionalmente inteligente (EI)



NOTA: Para realizar la acción de identificación, debes ser, en mayor o menor grado, inteligente emocionalmente. Si no, no serás capaz de reconocer a una persona EI por mucho que enumere indicaciones (bien dicho, serían habilidades). Explico el por qué más abajo.

1.- A primera vista: Observa a la persona que tienes delante, cómo te mira cuando hablas…¡atiende!  y no interrumpe a cada momento, nada más que cuando no ha entendido alguna cuestión. Su forma de mirarte, de asentir, de participar con su lenguaje corporal y con pequeños monosílabos al hilo de tu exposición. Esperando a que termines de hablar. Tienes delante una persona que puede ser dos cosas: educado o EI, o las dos cosas a la vez. Hay que profundizar más porque la persona con educación (no hablo de títulos ni estudios…) no tiene por qué ser un EI

2.- Más en profundidad: personas que vas conociendo desde hace poco tiempo. Su actitud es siempre positiva y decidida pero sin ser intrusiva, es decir, esa persona tiene un estado de ánimo innato que contagia pero sin necesidad de hacerlo, sin tener que estar imponiendo  que hay que estar feliz porque así es como debe ser. Estas personas también pasan por momentos “de bajón” como seres humanos que son, pero les dura poco tiempo.
Eso no lo sabes, pero en privado, para ellos…analizan, realizan el acto de selección de pensamientos entre los que más necesitan, descartando los que les sobran y siguen adelante.

3.- No te dejes llevar por factores tales como títulos universitarios, doctorados, conferencias, estudios de investigación o notoriedades varias expuestas en un salón que tú puedas ver…o peor, que se te haga saber por la propia persona, así, sin preguntarle. La “titulitis” y “logritis” no son indicativos válidos que demuestren tener delante a un EI. De hecho, una persona EI no necesita marcar la diferencia con respecto a los demás en cuanto a conocimientos y logros se refiere. Realmente, no necesita marcar la diferencia con nada. La marca con su actitud humilde y respetuosa para con los demás.

4.- Una persona EI no suele decirte lo que tienes que hacer. No te juzgará, aunque sientas (erróneamente) que estás siendo juzgado con sus silencios. Como mucho, te mostrará alternativas, te mostrará el camino pero nunca te dirá aquello de “me vas a permitir que te diga que eres esto, esto y aquello”…ni tampoco realizará juicios de valor despectivos o negativos sobre personas que no están presentes (porque tampoco lo hacen estando la persona delante)
Que sepas que la persona EI te acepta tal y como eres con una indulgencia que muy poca gente entiende. Lo que no suel hacer el EI es tener como amigos o convivir con personas en total contrapunto, como personas posesivas, inseguras…y vampiros emocionales. Pueden tener cerca de este tipo de personas (saben quienes son) pero no permitirá que entren en su vida de manera profunda ni tener ningún tipo de trato emocional.

5.- Una persona EI es una persona que produce en personas denominadas “contrapunto de EI” sensaciones de temor, rechazo y prejuicio. Es una persona muy cuestionada. Reconocerás al EI porque nunca entra en polémicas sobre su persona (a menos que sea a nivel laboral) ni se pondrá al nivel de quien le intenta atacar. La fuerza mental de un EI le ha enseñado a que el silencio es lo mejor, la reflexión obligatoria y que el “contrapunto” se terminará cansando de su actitud. Aunque eso, al EI no le quita el sueño.

6.- Los hijos de un EI se educan en el razonamiento y el respeto PRIMERO por uno mismo y después, por los demás. El EI no recurre al castigo físico ni al chantaje emocional, por supuesto tampoco al insulto y la vejación. Los hijos de un EI serán adultos EI.
He visto personas con doctorados y mostrándose ante los demás de lo más “divinos”, haciendo “yoga” y meditación, que luego han pegado un soberano guantazo a sus vástagos porque no dejaban de dar el follón. ¿Pensabas que era un EI? Pues, si la persona coincidía hasta ahora con mi descripción y pega a sus hijos, estaba adoptando una pose y de EI tiene bien poco.

Un EI puede, por supuesto, ser un padre orgulloso y hablar de sus hijos a otras personas, pero no será repetitivo ni pesado.
Un EI no impondrá nunca a sus hijos que sean los mejores en nada. Un EI fomenta en sus hijos el espíritu de superación consigo mismos, nunca comparándose con otros niños.

7.- Un EI divorciado nunca hablará mal de su ex pareja delante de los niños. Realmente, ni bien ni mal. Sabe que los niños, niños son y todo tiene su momento y lugar. Un EI divorciado necesitará un periodo de duelo y adaptación como todo el mundo, pero no necesita sentirse amado ni se sentirá solo. Se quiere a si mismo y no necesita reafirmar sentirse querido por otras personas.
Un EI divorciado, realmente, no hablará ni bien ni mal de su ex pareja con cualquiera.

8.- Un EI se equivoca casi igual que los demás pero se le nota menos. ¿Por qué? Porque posee prudencia al hablar. Cuando se equivoca, rectifica y cuando es con personas, no duda en disculparse. El orgullo no es una palabra válida para un EI, dado que no tienen de qué avergonzarse.
Cuando un EI ve que ha ofendido y no es perdonado, tiene un resorte dentro que le hace autoevaluarse hasta tomar una conclusión, pero no le afecta de manera emocional los actos ajenos que no dependen de él.

9.- Un EI puede tener o no Don de gentes. Cuando un EI encuentra una pareja EI es para toda la vida, y, además, con felicidad, libertad y respeto.

10.- Aunque no te lo creas, hay muchos EI que no saben que lo son. No creen que sean EI, se sientes desubicados y no encuentran su sitio en este mundo. Ojalá encuentren a alguien, un mentor, una inspiración que les muestre el camino hacia el interior de si mismos. Eso se puede aprender, no tiene por qué ser innato. Una persona con muchos errores, traumas, tristezas en su vida, un buen día puede empezar a entenderlo y convertirse en un total EI.

La empatía es, quizás, la mayor cualidad y lo que más define a un EI, por eso, sostengo que no todo el mun do puede identificar a un EI. Es necesario que se respire empatía en el ambiente. Hablaré de la empatía más adelante, pero adelanto que no existe la empatía selectiva (es una de las tonterías más grandes que he podido escuchar)