Para ti, que estuviste a mi lado cuando no era la persona que soy ahora.
Para ti, que sufriste, al igual que yo, las consecuencias de nuestro pasado.
Supiste ver lo bueno en mi cuando ni yo misma lo veía. Te "tragaste" mis inseguridades, mis miedos, mis desprecios y mis cambios de humor.
Intenté ayudarte cuando los demonios también llegaron a tu vida, de repente y sin avisar.
No tenía que haber sido así, pero, al mismo tiempo que yo me di cuenta e intenté salir a flote, tu te refugiaste en intentar olvidar lo que eras por un camino fácil que terminó en un bosque lleno de arenas movedizas. Por suerte, la providencia te tendió la mano muy fuerte para sacarte, pero era necesario tu fuerza para salir de aquella trampa donde se acumulaban muchas, muchas circunstancias adversas, muchos problemas....toda una vida. Toda una vida en forma de arena pesada, pegajosa...que te empujaba muy fuerte hasta el fondo.
Encontraste el camino para salir del bosque de las arenas movedizas pero ahora toca elegir el camino hacia tu propio destino. Siempre hay que seguir andando...
Ahora lo veo claro, si yo puedo estar orgullosa de mi, tu eras una persona con un potencial increíble pero, desde que naciste, gran parte del mundo se propuso ponerte en el sitio donde acabaste a base de menosprecios y desconsideraciones. Entre toda esa gente, estabas tu mismo....tus demonios. Tu tenías la llave y también el candado.
Demasiado bueno para encajar, demasiado bueno para este mundo tan extraño... y te encontraste conmigo, enseñándote entonces un mundo de reglas donde estaba lo que se debía hacer, lo que debías pensar y el camino que tenías que tomar. Siempre así. Pero pocas veces te pregunté si querías esa vida, si querías hacer con tu vida lo que hacías y si querías seguir el mismo camino que yo. Di por sentado, viendo tu actitud cómoda hacia mis decisiones, que eras feliz y creo que así fue durante un tiempo, hasta que el destino nos empezó a poner piedras muy gordas en el camino y la mochila cada vez pesaba más.
Ese camino, era un camino incorrecto, un camino distorsionado, un camino que terminó por romper los cimientos de nuestra unión.
Una persona como tu, que has dado siempre el margen de la duda, que no has criticado a nadie, que no te has metido en la vida de nadie, una persona buena..., ahora lo veo, pero había un resquicio, una grieta...y era que necesitabas adaptarte y necesitabas la aprobación de los demás. Como no pudo ser, como las cosas no salían como querías, empezaron tus problemas porque todo estaba en tu contra. Igualmente me pasó a mi, por eso lo se.
Ahora, estoy caminando con paso firme, pero reconozco que anhelo que alguna vez nos encontremos para andar juntos por la senda de la vida todos los años que sean precisos. Tu decaiste, caminante, pero el camino sigue y el traspiés quedó atras, quiero que lo sepas.
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