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19/9/12

Justicaciones VS Explicaciones




Hoy voy a tratar un tema bastante controvertido y complicado. Espero afrontarlo bien y expresarlo de la mejor manera posible porque, tal y como explicaré, hay una muy delgada línea entre justificarse y dar explicaciones.Se de lo que hablo porque he pasado por eso, no lo he estudiado en un tratado pero si he sido capaz de determinar el desgaste emocional que produce a uno mismo, aparte de terminar concluyendo que a veces ni te aporta nada y  segúramente has perdido el tiempo. 

Muchas veces te has preguntado, tras dar explicaciones a alguien, por qué has tenido que dar tantas, por qué has tenido que hablar en exceso y además ante alguien que te ha dado la sensación que ni te estaba ni escuchando ni le importaba tal explicación: eso significa que no estabas dando explicaciones, te estabas justificando.La sensación que te queda a ti es la determinante de cómo te sientes.

Muy importante saber identificar la emoción de la razón.

Damos explicaciones todos los días: porque nos retrasamos, para explicar mejor un informe, para dar nuestro punto de vista sobre algo...la necesidad de dar explicaciones es innata en el ser humano. Es bueno que los demás entiendan nuestro mensaje, que lo reciban correctamente. De esa manera lo que decimos, lo que queremos expresar llega con total claridad a nuestro interlocutor. En las explicaciones no entran emociones, solo defines hechos: "el tráfico estaba fatal" "podrás ver mejor el desarrollo en la página 15 porque aquí, quizás está muy sintetizado.." "No asistí a tu cumpleaños porque tenía otro compromiso..." "He dejado el trabajo porque no me compensaba..." "disculpe, no la había visto señora..."

Estos ejemplos son explicaciones que se dan a cualquier tipo de interlocutor, según la circunstancia, pero no entran emociones o las emociones son mínimas.

La forma en que nos expresamos para dar esas explicaciones, lo que esperamos como respuesta a las mismas, lo explicaré más adelante hablando de la asertividad, una habilidad social muy importante, englobada en la inteligencia emocional y, por supuesto, necesaria en todos los aspectos de la vida, no solo en el profesional.

Las explicaciones a nuestros seres queridos tienen otro tono más intimo, sí que tienen implícito emociones, porque nos importa que nuestro interlocutor, sea nuestra pareja, hijos, familia....amistades..comprendan lo que queremos decir y, en algunos casos, nos importa si han recibido o no bien el mensaje que queríamos expresar.

También hablaré del feedback, totalmente necesario para cuando quieres saber si tu mensaje ha llegado como querías que llegue, si te han entendido tal y como te has expresado y, además tener la capacidad de corregir tu forma de expresarte si ves que, aún explicándote, no se te entiende debidamente.

Hasta aquí, no se si ya has llegado a determinar la diferencia entre DAR EXPLICACIONES y JUSTIFICARTE, pero ahora voy a hablar de la segunda cuestión para que veas mejor la diferencia.

Cuando nos justificamos, bajo mi humilde conclusión, es porque estamos a la defensiva. Necesitamos poner las cosas en su sitio a toda costa y utilizamos de manera emocional todas las explicaciones necesarias ante todas las personas que nos encontremos. Necesitamos a toda costa la aprobación ajena y por eso ejercemos la actitud de justificarnos. Por lo tanto, no es lo mismo dar explicaciones que justificarnos.

La justificación no es más que una respuesta humana (e innecesaria muchas veces) ante un "ataque" externo hacia tu persona que lo hacemos "interno" o sea, que tomamos el tema por lo personal y es cuando empieza el problema y desemboca en las justificaciones. En la mayoría de las ocasiones, se transforman en excusas...y no hay nada peor que caer en eso..¿Por qué?...porque en el momento en que estés a la defensiva, no estás controlando tus emociones y no controlas la situación, por lo que seguramente no salgas bien parado de ella.

Te voy a poner varios ejemplos.

En el ámbito laboral/profesional: Tu jefe te llama a su despacho para recriminarte que has bajado tu productividad (o sea, que no estás rindiendo lo suficiente, que le parece insuficiente tu trabajo. Observa que digo: "recriminarte" eso quiere decir que te lo dice en un tono que no es una sugerencia o una llamada de atención: es una crítica, te está recriminando). En ese momento, ese segundo en que contestas, pueden pasar dos cosas:

Correcto: Te quedas en silencio tres segundos (incluso menos, lo suficiente para recuperar o mantener la calma) y contestas que vas a estudiar el por qué de su percepción y que vas a tomar medidas correctoras al respecto. Ambas cosas las piensas de verdad: tienes que saber el por qué de sus palabras, en qué te has equivocado, qué circunstancias han confluido para que piense así. Debes tener la capacidad de evaluar y rectificar lo que creas está incorrecto.
Te has explicado pero no te has justificado. Tras auto-evaluarte ya determinarás si le das explicaciones a tu jefe con respecto a tu actitud junto con tus medidas para corregir esa situación. También pensarás en el por qué de su actitud pero eso no debe cegarte.
Si la percepción de tu jefe te parece incorrecta, también has actuado bien. Pensando con tranquilidad podrás determinar qué hacer al respecto.
Quien calla no siempre otorga.....quizás símplemente no necesite justificarse o determine dar explicaciones en el momento oportuno.

Incorrecto: No has respirado, no te has tomado los tres segundos y empiezas a justificarte ante tu jefe con todo lo que te viene a la cabeza. Creo que no hace falta que te diga cómo te sientes después y tampoco hace falta que te diga lo que piensa tu jefe de ti tras contestarle con tus justificaciones.

Otro ejemplo práctico sería que un compañero de trabajo nos dijera, por ejemplo, una descalificación como "eres un vago" "eres un enchufado"....analicemos la situación:

Ya el solo hecho de que esa persona te esté descalificando, dice un montón de cosas de la misma (ver mi post sobre la necesidad de criticar, de etiquetar...). Debemos evitar caer en lo que esa persona supuestamente espera con tal descalificativo: buscarnos y encontrarnos...¿y como? obviando el contra-insulto o violencia verbal (que eso aquí no cabe porque es ponerse al mismo nivel que quien ataca y seguro que tu no eres de esos...porque estás leyendo esto.....
Ante dicho "ataque" no cabe ni la explicación ni, por supuesto la justificación. La mejor respuesta es el silencio, es la menos traumática. Al principio de practicar esta técnica puedes sentir impotencia...eso es orgullo porque has dejado que te hagan daño...recuerda que nadie te hace daño si tu no quieres....
A la larga observarás que te sientes mejor contigo mismo sin confrontarte con los demás por tonterías...a fin de cuentas LA ÚNICA OPINIÓN QUE TE DEBE AFECTAR ES LA QUE TIENES DE TI MISMO.

En el ámbito personal es más complicado porque las emociones son más difíciles de controlar.
Partiendo de la base que alguien que te quiere y te acepta como eres no tiene por qué emitir un juicio de valor sobre ti, no deberías caer en las justificaciones.
El problema es cuando alguien que te importa mucho no tiene ese sentimiento recíproco hacia ti. He escrito algo sobre este tema en mi post Demasiados castigadores.


Gracias por leerme, hoy he sido un poco más extensa y agradezco tu atención.

Y ahora, voy a poner unas frases célebres que hablan sobre este tema, pues siempre unas pocas palabras sintetizan todo un mundo de sabiduría:


 
“El perro no ladra por valiente, sino por miedoso”. PROVERBIO CHINO.

“Estar despierto es no dejarse afectar por nada, ni por nadie. Y eso es ser libre.” ANTHONY de MELLO.

“Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En este espacio descansa nuestra capacidad de elegir la respuesta. Y, en esa respuestas, se asienta nuestra libertad y nuestro crecimiento.” VIKTOR FRANKL.

“Nunca estés pendiente de la opinión de fuera, pero siempre regístrala con claridad.” JORGE BUCAY.

“Nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.” VIKTOR FRANKL.

“La alabanza de los demás te engañará. La crítica te confundirá aún más. Dale poco valor a ambas.” ANÓNIMO.



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