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25/10/12

La Amistad


Tu me cuentas, yo te escucho. Yo te cuento y tu me escuchas. Ninguno de los dos sentimos hacia el otro ningún tipo de prejuicio ni imponemos nuestro criterio ni ejercemos nuestro poder de convencer al otro, ni tan siquiera sentimos la necesidad de compararnos ni de ser mejor el uno que el otro.

Yo no me meto en tu vida, tú la compartes conmigo porque quieres y yo tomo esa concesión como algo especial, como una muestra de confianza y ahí queda, en nuestra amistad, sin traspasar las fronteras de oídos ajenos, de bocas imprudentes, de personas a las que no les importa tu vida pero si ven algo digno de transmitir a los demás, lo hacen poniendo su granito de arena que pocas veces es para ponernos mejor sino todo lo contrario, aunque lo hagan sin querer. Y, porque lo sé, no comparto con nadie ninguna confidencia que me hubieras dicho.

Tú no te metes en mi vida, no cuestionas mi forma de vivir, no cuestionas mis relaciones con otras personas y tampoco haces partícipe a terceras personas de mis sentimientos: ni buenos, ni malos, porque nuestros son, porque solo a tí te los he participado.

Yo no te utilizo, tu no me utilizas. Nos ayudamos sin esperar que el otro esté a la altura de las circunstancias porque cada uno es lo que es. No me dices lo que tengo que hacer y tu tampoco lo haces, es más, me das tu punto de vista con un tono cariñoso, nada intrusivo, para que por mi mismo descubra mi error, pero no intentas imponérmelo a toda costa. Igual hago yo, aunque soy más de hacer que de opinar, pero siempre sabrás que lo que hago, lo hago siempre desde el cariño que te profeso.

Si un día terminase nuestra amistad por los motivos que sean, ambos pasaremos página, nos seguiremos respetando y seguiremos siendo amigos aunque jamás nos hablemos. Yo desearé lo mejor para ti y estoy convencida que, finalmente, también pensarás lo mismo.




3/10/12

El egoísmo

La persona egoísta ensalza sólo lo que él ha hecho por los demás pero no ve lo que se ha hecho por él, incluso llegando a catalogar dicho actos como inferiores con respecto a sus propias acciones.

Intentará imponer sus propios criterios y seguramente escuchará los ajenos, aunque no los aplaudirá jamás, para luego utilizar los que realmente le han gustado como propios.

La persona egoísta no habla con objetividad, no tiene esa capacidad, es más, manipulará su verdad o falseará la verdad ajena en pos de sus propios intereses. Este tipo de persona sabe dar buenos discursos que pueden llegar a convencer a muchos, propagando de este modo una distorsión de los hechos: desinforma, no informa.

¿Has descubierto el egoísmo en alguna amistad o en tu pareja y no te habías dado cuenta? Es normal. El egoísta predica muy bien pero a la larga se le ve "el plumero". No te preocupes ni te entristezcas: es una persona llena de inseguridades y de creencias de vida erróneas con un montón de carencias. No te eches la culpa de no haber podido hacerle cambiar. Seguramente sí le has influenciado aunque nunca te lo reconocerá, ni lo esperes...cuando pasen los años, si el egoísta ha visto en alguien el camino correcto, quizás tenga la capacidad de cambiar, dado que todos tenemos ese derecho.

Por último, decirte que ante una persona egoísta no procede la discusión porque saldrás perdiendo. Según los expertos, la mejor opción es el silencio y la retirada porque si no, saldrás mal de la trifulca. El egoísmo y el orgullo (ya hablaré del orgullo bueno y del orgullo malo) van muy de la mano y la combinación es devastadora para sus víctimas. Para ti no, tu lo has identificado, sabes lo que tienes delante, decides si quieres seguir teniéndolo delante y sabes qué decisión tomar.

Yo me he callado muchas, muchas veces...y me ha funcionado.

1/10/12

Mi pequeño mundo

Quiero vivir en un mundo donde nadie esté manipulado. Donde nadie ejerza poder sobre otra persona, donde las personas opinen conociendo verazmente los hechos y no se conformen con lo que le han contado o han leído por ahí. Quiero vivir en un mundo en que se dé la cara sin esperar una condena y quien se equivoque se retracte de sus errores. Donde lo importante sea sentirse bien con uno mismo sin necesidad de esperar aprobación alguna.

Quiero vivir en un mundo donde nadie se crea más que nadie, en el que nadie imponga su criterio ante nadie y donde nadie tenga por qué justificarse de lo que dice o lo que hace.

Quiero vivir en un mundo donde sea posible dialogar, donde se escuche realmente a la persona que tienes delante sin tener ya una idea preconcebida y una respuesta preparada, donde no se viva a la defensiva....donde no se viva al ataque. Un ataque no siempre es la mejor defensa.

Quiero un mundo sin etiquetas, sin prejuicios, sin amargura por el daño que intenten hacernos los demás.

Quiero formar parte de un mundo donde el amor lo mueve todo y se queden en el olvido el rencor, la posesión, el temor, la envidia y los malos deseos. Quiero un mundo donde nos aceptemos todos tal y como somos y tengamos libertad de estar con quien queramos estar, con quien nos sentimos bien, respetando a los que no nos hacen sentir tan bien pero guardando las distancias correspondientes porque cada uno somos como somos y nuestro interior nos manda señales muy sabias de con quién tenemos que estar y con quien tenemos que estar menos...a veces nos equivocamos pero no nos juzgamos con cosas tan dañinas como “qué tonto he sido...””no voy a volver a confiar en nadie más"

Pero como no existe ese mundo y estamos en la vida real, (para mí un mundo esclavo) me limito a que mi pequeño mundo sea así en la medida de mis posibilidades y me importa bien poco que no me entiendas....a fin de cuentas, eres un ciudadano del mundo.... pero siempre serás bienvenido en el mío....¿entiendes la diferencia? ¿No?...no te preocupes, estás en mi mundo y no pasa nada.


21/9/12

Esencia del Amor en Inteligencia Emocional

Hoy solo voy a poner una reseña de Virginia Satir con respecto a este tema. Más adelante hablaré de aspectos que se podrían mejorar en las relaciones de pareja, pero hoy, hoy os dejo con estas preciosas palabras:






Quiero amarte sin absorberte,
valorarte sin juzgarte,
unirme a ti sin esclavizarte,
invitarte sin exigirte,
dejarte sin sentirme culpable,
criticarte sin herirte
y si puedes hacer lo mismo por mí,
entonces, nos habremos conocido verdaderamente
y podremos ayudarnos mutuamente.



Os pongo un enlace al libro de Virginia Satir "En contacto íntimo" que podéis leer on-line.

Acceso al libro en google libros

Un abrazo a tod@s!!!

19/9/12

Justicaciones VS Explicaciones




Hoy voy a tratar un tema bastante controvertido y complicado. Espero afrontarlo bien y expresarlo de la mejor manera posible porque, tal y como explicaré, hay una muy delgada línea entre justificarse y dar explicaciones.Se de lo que hablo porque he pasado por eso, no lo he estudiado en un tratado pero si he sido capaz de determinar el desgaste emocional que produce a uno mismo, aparte de terminar concluyendo que a veces ni te aporta nada y  segúramente has perdido el tiempo. 

Muchas veces te has preguntado, tras dar explicaciones a alguien, por qué has tenido que dar tantas, por qué has tenido que hablar en exceso y además ante alguien que te ha dado la sensación que ni te estaba ni escuchando ni le importaba tal explicación: eso significa que no estabas dando explicaciones, te estabas justificando.La sensación que te queda a ti es la determinante de cómo te sientes.

Muy importante saber identificar la emoción de la razón.

Damos explicaciones todos los días: porque nos retrasamos, para explicar mejor un informe, para dar nuestro punto de vista sobre algo...la necesidad de dar explicaciones es innata en el ser humano. Es bueno que los demás entiendan nuestro mensaje, que lo reciban correctamente. De esa manera lo que decimos, lo que queremos expresar llega con total claridad a nuestro interlocutor. En las explicaciones no entran emociones, solo defines hechos: "el tráfico estaba fatal" "podrás ver mejor el desarrollo en la página 15 porque aquí, quizás está muy sintetizado.." "No asistí a tu cumpleaños porque tenía otro compromiso..." "He dejado el trabajo porque no me compensaba..." "disculpe, no la había visto señora..."

Estos ejemplos son explicaciones que se dan a cualquier tipo de interlocutor, según la circunstancia, pero no entran emociones o las emociones son mínimas.

La forma en que nos expresamos para dar esas explicaciones, lo que esperamos como respuesta a las mismas, lo explicaré más adelante hablando de la asertividad, una habilidad social muy importante, englobada en la inteligencia emocional y, por supuesto, necesaria en todos los aspectos de la vida, no solo en el profesional.

Las explicaciones a nuestros seres queridos tienen otro tono más intimo, sí que tienen implícito emociones, porque nos importa que nuestro interlocutor, sea nuestra pareja, hijos, familia....amistades..comprendan lo que queremos decir y, en algunos casos, nos importa si han recibido o no bien el mensaje que queríamos expresar.

También hablaré del feedback, totalmente necesario para cuando quieres saber si tu mensaje ha llegado como querías que llegue, si te han entendido tal y como te has expresado y, además tener la capacidad de corregir tu forma de expresarte si ves que, aún explicándote, no se te entiende debidamente.

Hasta aquí, no se si ya has llegado a determinar la diferencia entre DAR EXPLICACIONES y JUSTIFICARTE, pero ahora voy a hablar de la segunda cuestión para que veas mejor la diferencia.

Cuando nos justificamos, bajo mi humilde conclusión, es porque estamos a la defensiva. Necesitamos poner las cosas en su sitio a toda costa y utilizamos de manera emocional todas las explicaciones necesarias ante todas las personas que nos encontremos. Necesitamos a toda costa la aprobación ajena y por eso ejercemos la actitud de justificarnos. Por lo tanto, no es lo mismo dar explicaciones que justificarnos.

La justificación no es más que una respuesta humana (e innecesaria muchas veces) ante un "ataque" externo hacia tu persona que lo hacemos "interno" o sea, que tomamos el tema por lo personal y es cuando empieza el problema y desemboca en las justificaciones. En la mayoría de las ocasiones, se transforman en excusas...y no hay nada peor que caer en eso..¿Por qué?...porque en el momento en que estés a la defensiva, no estás controlando tus emociones y no controlas la situación, por lo que seguramente no salgas bien parado de ella.

Te voy a poner varios ejemplos.

En el ámbito laboral/profesional: Tu jefe te llama a su despacho para recriminarte que has bajado tu productividad (o sea, que no estás rindiendo lo suficiente, que le parece insuficiente tu trabajo. Observa que digo: "recriminarte" eso quiere decir que te lo dice en un tono que no es una sugerencia o una llamada de atención: es una crítica, te está recriminando). En ese momento, ese segundo en que contestas, pueden pasar dos cosas:

Correcto: Te quedas en silencio tres segundos (incluso menos, lo suficiente para recuperar o mantener la calma) y contestas que vas a estudiar el por qué de su percepción y que vas a tomar medidas correctoras al respecto. Ambas cosas las piensas de verdad: tienes que saber el por qué de sus palabras, en qué te has equivocado, qué circunstancias han confluido para que piense así. Debes tener la capacidad de evaluar y rectificar lo que creas está incorrecto.
Te has explicado pero no te has justificado. Tras auto-evaluarte ya determinarás si le das explicaciones a tu jefe con respecto a tu actitud junto con tus medidas para corregir esa situación. También pensarás en el por qué de su actitud pero eso no debe cegarte.
Si la percepción de tu jefe te parece incorrecta, también has actuado bien. Pensando con tranquilidad podrás determinar qué hacer al respecto.
Quien calla no siempre otorga.....quizás símplemente no necesite justificarse o determine dar explicaciones en el momento oportuno.

Incorrecto: No has respirado, no te has tomado los tres segundos y empiezas a justificarte ante tu jefe con todo lo que te viene a la cabeza. Creo que no hace falta que te diga cómo te sientes después y tampoco hace falta que te diga lo que piensa tu jefe de ti tras contestarle con tus justificaciones.

Otro ejemplo práctico sería que un compañero de trabajo nos dijera, por ejemplo, una descalificación como "eres un vago" "eres un enchufado"....analicemos la situación:

Ya el solo hecho de que esa persona te esté descalificando, dice un montón de cosas de la misma (ver mi post sobre la necesidad de criticar, de etiquetar...). Debemos evitar caer en lo que esa persona supuestamente espera con tal descalificativo: buscarnos y encontrarnos...¿y como? obviando el contra-insulto o violencia verbal (que eso aquí no cabe porque es ponerse al mismo nivel que quien ataca y seguro que tu no eres de esos...porque estás leyendo esto.....
Ante dicho "ataque" no cabe ni la explicación ni, por supuesto la justificación. La mejor respuesta es el silencio, es la menos traumática. Al principio de practicar esta técnica puedes sentir impotencia...eso es orgullo porque has dejado que te hagan daño...recuerda que nadie te hace daño si tu no quieres....
A la larga observarás que te sientes mejor contigo mismo sin confrontarte con los demás por tonterías...a fin de cuentas LA ÚNICA OPINIÓN QUE TE DEBE AFECTAR ES LA QUE TIENES DE TI MISMO.

En el ámbito personal es más complicado porque las emociones son más difíciles de controlar.
Partiendo de la base que alguien que te quiere y te acepta como eres no tiene por qué emitir un juicio de valor sobre ti, no deberías caer en las justificaciones.
El problema es cuando alguien que te importa mucho no tiene ese sentimiento recíproco hacia ti. He escrito algo sobre este tema en mi post Demasiados castigadores.


Gracias por leerme, hoy he sido un poco más extensa y agradezco tu atención.

Y ahora, voy a poner unas frases célebres que hablan sobre este tema, pues siempre unas pocas palabras sintetizan todo un mundo de sabiduría:


 
“El perro no ladra por valiente, sino por miedoso”. PROVERBIO CHINO.

“Estar despierto es no dejarse afectar por nada, ni por nadie. Y eso es ser libre.” ANTHONY de MELLO.

“Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En este espacio descansa nuestra capacidad de elegir la respuesta. Y, en esa respuestas, se asienta nuestra libertad y nuestro crecimiento.” VIKTOR FRANKL.

“Nunca estés pendiente de la opinión de fuera, pero siempre regístrala con claridad.” JORGE BUCAY.

“Nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.” VIKTOR FRANKL.

“La alabanza de los demás te engañará. La crítica te confundirá aún más. Dale poco valor a ambas.” ANÓNIMO.



17/9/12

Fotomensaje con claves de Inteligencia Emocional






Uno de los mejores fotomensajes que he encontrado, aunque en donde lo he visto no se referían a la inteligencia emocional. Lo dice bien claro...¿quieres añadir algo?

Estas cuatro claves son básicas para sobrevivir en un mundo dispar y también un principio para enriquecerse interiormente.

Empieza por ti mismo, es la clave de todo.

Estoy abierta a comentarios y/o preguntas....

16/9/12

Para ti...caminante....

Para ti, que estuviste a mi lado cuando no era la persona que soy ahora. 
Para ti, que sufriste, al igual que yo, las consecuencias de nuestro pasado.

Supiste ver lo bueno en mi cuando ni yo misma lo veía. Te "tragaste" mis inseguridades, mis miedos, mis desprecios y mis cambios de humor. 
Intenté ayudarte cuando los demonios también llegaron a tu vida, de repente y sin avisar.

No tenía que haber sido así, pero, al mismo tiempo que yo me di cuenta e intenté salir a flote, tu te refugiaste en intentar olvidar lo que eras por un camino fácil que terminó en un bosque lleno de arenas movedizas. Por suerte, la providencia te tendió la mano muy fuerte para sacarte, pero era necesario tu fuerza para salir de aquella trampa donde se acumulaban muchas, muchas circunstancias adversas, muchos problemas....toda una vida. Toda una vida en forma de arena pesada, pegajosa...que te empujaba muy fuerte hasta el fondo. 
Encontraste el camino para salir del bosque de las arenas movedizas pero ahora toca elegir el camino hacia tu propio destino. Siempre hay que seguir andando...

Ahora lo veo claro, si yo puedo estar orgullosa de mi, tu eras una persona con un potencial increíble pero, desde que naciste, gran parte del mundo se propuso ponerte en el sitio donde acabaste a base de menosprecios y desconsideraciones. Entre toda esa gente, estabas tu mismo....tus demonios. Tu tenías la llave y también el candado.

Demasiado bueno para encajar, demasiado bueno para este mundo tan extraño... y te encontraste conmigo, enseñándote entonces un mundo de reglas donde estaba lo que se debía hacer, lo que debías pensar y el camino que tenías que tomar. Siempre así. Pero pocas veces te pregunté si querías esa vida, si querías hacer con tu vida lo que hacías y si querías seguir el mismo camino que yo. Di por sentado, viendo tu actitud cómoda hacia mis decisiones, que eras feliz y creo que así fue durante un tiempo, hasta que el destino nos empezó a poner piedras muy gordas en el camino y la mochila cada vez pesaba más.

Ese camino, era un camino incorrecto, un camino distorsionado, un camino que terminó por romper los cimientos de nuestra unión.

Una persona como tu, que has dado siempre el margen de la duda, que no has criticado a nadie, que no te has metido en la vida de nadie, una persona buena..., ahora lo veo, pero había un resquicio, una grieta...y era que necesitabas adaptarte y necesitabas la aprobación de los demás. Como no pudo ser, como las cosas no salían como querías, empezaron tus problemas porque todo estaba en tu contra. Igualmente me pasó a mi, por eso lo se.

No existe una receta para la felicidad pero creo que la clave está en un camino donde el caminante se sienta cómodo. Caminar es ya de por si un esfuerzo, el mucho caminar te hace fuerte para los baches. El caminar acompañado también está bien pero el camino de nuestra vida es de uno mismo, aunque espero que gran parte del camino lo caminemos de la mano.

Ahora, estoy caminando con paso firme, pero reconozco que anhelo que alguna vez nos encontremos para andar juntos por la senda de la vida todos los años que sean precisos. Tu decaiste, caminante, pero el camino sigue y el traspiés quedó atras, quiero que lo sepas.